El sistema de ventilación es fundamental para renovar el aire del invernadero y evitar posibles enfermedades en nuestros cultivos. Al circular el aire conseguimos bajar la temperatura, sacar la humedad y repartir el CO2.
La ventilación afecta a la temperatura. En horas de alta insolación se necesita hacer circular el aire del invernadero de forma homogénea para provocar intercambios suaves entre la temperatura del interior, exterior y la del cultivo o planta. De esta forma limitaremos la subida de la temperatura, adaptándola a la plantación.
Tipos de ventilación:
– Ventilación cenital:
Estas ventanas se disponen en el techo del invernadero y son más efectivas que las laterales por la salida del aire interior.
– Ventilación lateral:
Estas ventanas se disponen en las paredes laterales y frontales del invernadero.
Para su mejor aprovechamiento la ventilación cenital debe ser abatible (en el interior y exterior) y la lateral enrollable o de guillotina, para aprovechar de manera natural la dirección y fuerza del viento. Su apertura puede ser de forma manual o motorizada.